Dentro de las diferentes corrientes y ramas que se generan en relación al ahorro, el denominado movimiento FIRE genera una tendencia creciente y que resulta interesante, al menos para su análisis y como concepto relacionado con el ahorro.
Si tuviéramos que hacer una definición inicial sencilla de lo que es el movimiento FIRE, diríamos que se trata de una mezcla de acciones que se orientan a ahorrar lo máximo posible, invertir el dinero ahorrado, mantener un estilo de vida frugal y obtener la independencia financiera cuanto antes.
Qué es el movimiento FIRE
Se trata de una fórmula creciente de super ahorradores que buscan optimizar al máximo sus ingresos para, obtener lo más rápido posible la libertad financiera, y, por extensión, poder obtener una independencia financiera rápida que les permita jubilarse cuanto antes.
En este modelo de ahorro extremo, lo que se busca es, precisamente, optimizar al máximo el ahorro para poder ganar calidad de vida futura no dependiendo del trabajo remunerado.
Para ello, es común que alguien que persigue este objetivo se plantee ahorro los extremos que pueden llegar hasta el 50% de sus ingresos.
Es importante tener en cuenta que esto se puede aplicar a cualquier ramo de ingreso. Cometemos un error si pensamos que este modelo de super ahorrador sólo existe en los salarios elevados, al contrario, de hecho, es un modelo que está calando en un perfil de persona más acostumbrada a la frugalidad, y que busca maximizar sus ingresos reduciendo al mínimo los gastos.
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La clave inicial está en el control del gasto
Y es que, como ocurre con la gran mayoría de métodos o fórmulas de ahorro, la clave está en el control de gasto.
En este caso, se trata de un control de gasto extremo. Alguien que pertenece al movimiento FIRE o se identifica con sus postulados básicos, va a prestar mucha más atención al ahorro, a donde invierte y a lo que produce su inversión que al gasto.
Procurará ahorrar en todos los aspectos, e incluso, lo hará de manera extrema, reduciendo al máximo cualquier área de gasto posible.
Es relativamente común que estas personas prefieran sacrificar gastos de ocio, o determinadas comodidades en favor de invertir ese dinero de manera activa.
Hay que señalar que el objetivo inicial, aunque puede variar, es adelantar al menos entre 20 y 30 años la jubilación. Si pensamos que para un usuario de a pie, ya va a ser complicado ahorrar lo suficiente para la jubilación en un plazo medio de 45 años laborales, pensemos en la dificultad de hacerlo reduciendo al menos 20 años dicho plazo.
Obviamente es necesario un gran esfuerzo, un gran ahorro y una buena elección de las herramientas de inversión para obtener la cantidad que permita una jubilación cómoda.
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