Aun cuando les pongamos distintos nombres o variemos los términos, la verdad es que hay algunos sesgos que son muy destacados en la administración de nuestras finanzas. Vamos a intentar comprender un poco mas como son y de qué modo afectan en la gestión de nuestro capital.
Los sesgos son parte indispensable en el tramite de las finanzas. Y no tienen que ser negativas siempre, pese a que en este caso si se trata de examinar cuales de ellos son los que afectan de forma negativa en la administración financiera personal.
Sesgos comunes
Es indudable que, a lo largo de nuestras vidas, nos tocara vivir imprevistos de toda clase, algunos resultaran mas incomodos o mas alarmantes que otros. La respuesta para no experimentar tanto sesgo a ellos, pasa por valorizar el poder que tenemos sobre el riesgo. Dicho de otra manera, podemos apartar el sesgo a un imprevisto considerando la probabilidad que existe de que se averíe el coche o de perder nuestro trabajo sin previo aviso.
Para estos casos, lo mejor es tener una importante cantidad de ahorro de emergencia que podamos emplear en imprevistos, de modo que resultaría muy importante empezar a hacerlo, si no contamos con ello aún. El fondo de emergencia nos evitara, tener que disponer de nuestros ingresos habituales o de nuestros ahorros tan importantes para cubrir imprevistos, por lo que nuestras finanzas personales continuaran intactas ocurra lo que ocurra.
Otro de los sesgos, que mas preocupa a la mayoría de clientes, es el asunto de la jubilación. En los tiempos que vivimos, no se puede garantizar que en un futuro logremos disponer de ayudas económicas por parte del Estado, o estas serán insuficientes para llevar una vida tranquila y llevadera. Por esta razón, es importante empezar ahorrar cuanto antes con vistas a la jubilación y poder asegurarnos un buen futuro monetario.
Evidentemente, no es solo cuestión de ahorrar, también de poder obtener la mayor rentabilidad posible al dinero que ahorramos, luego seria necesario contratar un producto bueno de ahorro para la jubilación. Para lo cual es importante informarse con antelación y valuar cual nos conviene mas dependiendo de nuestra situación personal.
El sesgo de la mala gestión
Por último, pero no por ello menos importante, nos hallamos frente al temido sesgo de una pesia gestión en nuestras deudas. Si ya de por sí, adquirir una deuda es una mala noticia para nuestra economía, llevar a cabo una mala gestión sobre la misma puede acarrear serios problemas legales. La gran mayoría de usuarios es a lo que tienen sesgo en la actualidad, no obstante, ese sesgo es posible disipar inmediatamente, informándonos sobre los productos que queremos contratar.
Por ejemplo, en la compra de un vehículo que esta por encima de nuestras posibilidades y nos dan la opción de pagarlo a plazos. Antes de firmar, tendríamos que valorar si nos conviene la compra, porque posiblemente acarree unos intereses que no podamos afrontar y esto termine por generarnos una deuda que acabe en un juicio y por la que nos embarguen nuestros bienes.
A pesar de que parezca un ejemplo muy exagerado, situaciones similares las padecen más usuarios de los que podamos imaginar. La clave, está en informarnos correctamente, conocer nuestras posibilidades y ser realistas, para evitar este tipo de situaciones